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7 abr 2013

CAMIONES CAROS EN CANCÚN UNA SEMANA, LA CULPA DE ROBERTO BORGE


Cancún, Q.R., lunes 8 de Abril 2013

CONSTE!

BORGE, LA ILEGALIDAD

 + Con toda impunidad pisotea la Constitución mexicana y el Cofipe

+ El gobernador de Quintana Roo y su millonario desvío de recursos

+ Las tarifas de camiones y sus programas de “ayuda a los pobres”

                                       CARLOS CANTÓN ZETINA*

                                         carlos_cantonz@hotmail.com

 Incólumes  su torpeza,  demagogia y talante autoritario,  el  rechoncho  priista  Roberto Borge Angulo   cumplió dos años de gobierno sin saber cómo debe comportarse un auténtico jefe de estado. Peor aún,  sin dejar de ser el principal violador de leyes en Quintana Roo.

Se apoderó del puesto  mediante la ilegalidad, y en ésta  sigue enlodado.

En 2010, junto con su padrino político Félix González Canto, eliminó a la malagueña hasta llevarlo a prisión  a su rival perredista Gregorio Sánchez Martínez, quien seguro iba a ganar la gubernatura.

En las elecciones del 4 de julio de ese año,  Borge obtuvo sólo 21.77% de los 846.982 ciudadanos que integraron el listado nominal de electores en el  estado.  Unos 170 mil votos.  O sea, un gobernador  chiquito,  sin legitimidad, elegido por una minoría.

Cuarenta y ocho meses después de que  con triquiñuelas llegó al palacio de Chetumal  continúa   con su triste papel de  El Ilegítimo. Se ha esforzado para que así sea.

Hoy,  en ese reino de la impunidad en que ha convertido a la entidad, el mandatario tricolor   despliega  a sus anchas  un costoso  clientelismo electoral.

PAUL CARRILLO. RUFIÁN
No hay una sola institución local que se atreva a impedir que el obeso personaje gaste a manos llenas los  dineros que son del pueblo,   en promover a su partido, el PRI. Nadie lo castiga.

En su chocante obsesión por quitarle a la oposición el ayuntamiento de Benito Juárez (Cancún),  ha desviado ilegalmente  cientos de millones de pesos  incluso para empobrecer más a  los habitantes del municipio turístico.

El efímero incremento a las tarifas de autobuses urbanos en  Cancún demostró,  con brutal contundencia, que Borge no se tienta el corazón para sangrar los bolsillos de  la  gente a cambio de allegarle votos al tricolor.

Arrogante, ni siquiera guarda las formas.  Ya se autoerigió como  presidente  estatal de su  partido político.  Viola incluso sus promesas de campaña: hace dos años juró  que gobernaría sin distingo de colores partidarios  y respetando el nuevo pluralismo político en Quintana Roo.

Más graves son sus transgresiones a la Constitución mexicana y al Cofipe.  En eso ha incurrido al no respetar la autonomía municipal y realizar proselitismo antes de tiempo, con recursos públicos.

Tres meses antes de los comicios de alcaldes y diputados locales, que ocurrirán en julio, Borge  intensifica el desvío de  millones de pesos  en programas asistencialistas cuyo objetivo fundamental  es allegarle simpatizantes al PRI.  “Reciclando Basura por Alimentos”, “Brigadas del Bienestar”  y  la nueva  “Tarjeta Bienestar”,  sirven  para  que el obeso gobernador consume la farsa de ayudar a los pobres, cuando en realidad los utiliza para grillar.

No lo disimula: todos esos programas, dádivas a los jodidos, ostentan  los colores del PRI.  Y él con su camisa roja que a duras penas le cubre la barriga, sinónimo de buena vida,  regala  despensas y pinta de tricolor jardines y postes  en Cancún.  La vil farsa.

Dos años de gobierno, y Borge no aprende, ni siquiera, a operar políticamente sus caprichosas decisiones dignas de un virrey o un emperador.

De manera tosca e indecorosa manejó el asunto  de los camiones. Todo le salió mal. Dicen que para ser maquiavélico hay que ser un poco inteligente. El  gobernador  no lo es.  Ni siquiera tuvo la capacidad para   planear  bien su malvada maquinación. 

Borge quería  concitar el repudio de la gente hacia el ayuntamiento de filiación perredista. Pero con su torpeza logró exactamente  lo  contrario: darle más apoyo popular.

Fue una cadena de aberraciones la que consumó el gobernador. Además,  las hizo del dominio público, como todo  aprendiz de político.  Por ejemplo, cuando muy orondo  declaró que negoció con las empresas transportistas Autocar y Turicun y que él autorizó un aumento chiquito.

Torpe, él solo se echó la soga al cuello al decir ante la prensa: ”A pesar de que insistimos en no al aumento, los concesionarios, amparados por un juez federal, aplicarán un alza de un peso, en tanto el Cabildo de Benito Juárez revisa el tema de los costos, la inflación y un posible aumento gradual”.   Expresó que ante la “dejadez” de las autoridades municipales por resolver este problema, “logró convencer” a las dos concesionarias que no aumentaran dos pesos.
...Y BORGE SUBIÓ LAS TARIFAS!
 Así, de un plumazo, Borge  aniquiló la   autonomía municipal, porque sólo el Cabildo benitojuanrense está facultado para  autorizar incrementos en las tarifas.  

 Quedó con la cola entre las patas cuando el   juzgado 4º. de distrito  determinó que el aumento  era improcedente, por lo que los dueños de autobuses  volvieron a su tarifa original.

Lo que nunca hizo público es que presionó a ADO para que no proporcionara un servicio gratuito, a gestión del ayuntamiento, y que ordenó una “guerra sucia” contra el alcalde de Cancún mediante miles de volantes en los que se quiso achacarle al edil el alza a  los pasajes.  Gabriel Mendicuti y Paúl Carrillo,  dos de sus achichincles en esa tarea  de desprestigio.

El  miércoles 3 de abril, cuando el juzgado echó para atrás el ilegal aumento aplicado por los transportistas  desde el jueves 28 de marzo (en plena Semana Santa),  Borge  no recordó que él había autorizado un incremento y, en cambio, dio una cátedra de cinismo:

"Finalmente prevaleció la razón. Ahora deben retomar el diálogo con el Ayuntamiento de Benito Juárez, que es la instancia a la que corresponde autorizar modificaciones en las tarifas, que habían pasado de seis a ocho pesos en la ciudad, y de 8.50 a 10.50 en la zona hotelera."

A fines de  junio y principios de julio  de 2012, Borge fue acusado por la oposición quintanarroense  --ante la Fepade--   por coacción de votos y hacer proselitismo en plena jornada electoral. Quedaron al desnudo su agrupación  “RB Team” y sus mañas.

Y con todo el dineral que gastó,   no fue capaz de lograr que Peña Nieto ganara en Quintana Roo.   Hoy conduce a su partido al mismo despeñadero.

Es tal  la  incapacidad de Borge, que ya le dicen “El Holandés”:  holan-da regando, holan-da  pifiando.  De risa…

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*Carlos Cantón Zetina es un periodista tabasqueño con una vasta trayectoria profesional de 45 años. Fue reportero y Jefe de Información del diario Excélsior y director general de las revistas de circulación nacional Quehacer Político, Polémica y Huellas.

@cantonzetina



 




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