ROMÁN QUIAN ALCOCER, CULPABLE DE LA INSEGURIDAD EN PLAYA DEL CARMEN

CANCÚN, Q.R., Sábado 11 de Septiembre 2010.

CONSTE!
INEPTO ROMÁN QUIAN

+ Alarmante inseguridad pública en Playa del Carmen, por su culpa
+ Extorsiones, secuestros, asesinatos y pandillerismo ¡impunes!
+ “Narco-municipio” y… un niño de 9 años ejecutado por vándalos

Por CARLOS CANTÓN ZETINA*
carlos_cantonz@hotmail.com
Con un presupuesto de más de dos mil 500 millones de pesos en 2009 y 2010, el ex ejidatario hoy convertido en uno de los nuevos millonarios en dólares –no sólo por la venta de sus parcelas--, Román Quian Alcocer, presidente municipal de Solidaridad (Playa del Carmen), es un discípulo ejemplar del gobernador Félix González Canto en eso de minimizar y no hacer nada respecto a la inseguridad pública, que ya adquirió tintes dramáticos en ese importante destino turístico.
A ciencia y paciencia del alcalde derrochador, Solidaridad se ha convertido en un “narco-municipio”, donde el crimen organizado es el que manda. Igual o peor que Cancún.
El edil, afelixiado, tapa con una manta los muertitos y las drogas y se ufana: “Aquí no pasa nada”. Y contra los delincuentes da palos de ciego e incurre en el fácil expediente de exigirle a la ciudadanía que formule sus denuncias ante la autoridad (o sea, él), porque de lo contrario “no podemos actuar”.
Pero ¿cómo van a querellarse empresarios y gente común, si no confían en la Policía Municipal ni en el Ministerio Público también al servicio del edil?. ¿Cómo es posible que los exhorte a… arriesgar sus vidas?. Don Román es un gran demagogo, cuya bandera hoy es el estúpido eslogan de “La cultura de la denuncia”.
Y, claro, si la gente no se queja, el edil no tiene por qué investigar. Si el pueblo quiere ayuda, dice, “que hablen a los números telefónicos 066 y 089”. Tal es su equívoca concepción de gobernar.
Sólo por el delito de extorsión, principalmente a empresarios de Playa del Carmen, hay entre 10 y 13 denuncias ¡a la semana!, como acaba de informar el Ministerio Público. Mientras que Quian Alcocer afirmaba todo lo contrario: que “son mínimas las denuncias” y que ni las cifras tenía. Lo mismo ha dicho acerca de la existencia de pandillas juveniles que --ante la falta de autoridad-- se han adueñado de la zona y consuman tropelía y media, como el asesinato de un niño de 9 años, a fines de agosto pasado; un brutal caso que el alcalde no consideró de importancia.
Al mal gobierno del nuevo millonario hay que atribuirle el deterioro de la imagen de Playa del Carmen --de toda la Riviera Maya-- en Europa y Estados Unidos, con sus secuelas de reducción del número de viajeros extranjeros y de desempleo. Aún así presume públicamente tener “amarrado” el puesto de secretario de Turismo, cuando asuma el poder Roberto Borge Angulo, en abril próximo.
¿Y qué hace el edil para recomponer la imagen turística?. Mandar ¡a China! –el país asiático-- a restauranteros para que lleven muestras gastronómicas de la localidad. Y el ayuntamiento, el pueblo, les pagará los boletos de avión y hospedaje. Todo un dineral… y los chinos ni vienen para acá. Nunca dirá Quian Alcocer cuánto “invirtió” en esa mafufada.
Una total opacidad en el manejo de los recursos públicos, de los que no ha rendido cuentas claras (al más puro estilo felixiano) distingue su gestión que, como ocurre en el gobierno estatal, destina un raquítico presupuesto a la seguridad pública. Prefiere gastar en publicidad, en pagarle sumas millonarias a los medios informativos para que “cuiden su imagen personal”, que combatir a la delincuencia.
Igual que su jefe virreinal, Quian Alcocer ha tolerado la presencia de carteles de la droga en Playa del Carmen (“Los Zetas” por ejemplo) que son dueños de la plaza, como de la de Cancún. Ejecuciones, “levantones”, secuestros, extorsiones y otros delitos cometidos por sicarios del crimen organizado tornaron en infierno el paraíso. Hay un ambiente de miedo que, sin embargo, no se refleja cabalmente en el número de denuncias ante la autoridad. Pero sí en el cierre de negocios y huída --incluso al extranjero-- de muchos de sus dueños.
Los empresarios lo han admitido, y la ciudadanía lo dice: no acuden a presentar sus querellas por temor a represalias. Peor aún, porque consideran que la policía municipal está coludida con los delincuentes.
Dos recientes casos, sólo dos, dan una idea del clima de inseguridad que prevalece en el municipio: el asesinato contra la turista alemana Carolin Brust, degollada en su casa de Puerto Aventuras, y la muerte de un niño de 9 años a manos de una de las muchas pandillas delictivas que se han apoderado de Solidaridad.
El de Quian Alcocer ha sido un gobierno corrupto e incapaz de proteger la vida y el patrimonio de los solidaridenses. Y quizá porque tiene la cola muy larga, el edil priísta --correligionario de don Félix— aceptó sin chistar que no lo dejaran imponer a su delfín Mauricio Góngora, su Tesorero, como sucesor. Habría negociado con el gobernador y con Borge Angulo patente de impunidad (es decir, que los diputados aprueben sus cuentas públicas y no sea remitido a prisión) a cambio de no hacer bronca por el “dedazo” a favor del filibustero Filiberto Martínez Méndez, a quien González Canto hizo alcalde tras otra oscura negociación, esta vez con el diputado federal Carlos Joaquín González. Lacayunamente, Román no tuvo el valor de protestar por la fea forma en que el gobernador y algunos aliados eliminaron de la contienda electoral al personaje más popular: Marciano “Chano” Toledo Sánchez. (Le hicieron lo mismo que a Greg).
Es tan inseguro Playa del Carmen para el turismo extranjero, que el pasado 26 de agosto integrantes del Comité del Cuerpo Consular se reunieron de emergencia con el presidente municipal. No se informó oficialmente pero trascendió que sobre todo el cónsul honorario de Alemania, Bittorf Rudolf, le expresó la preocupación de varios países por el recrudecimiento de la violencia en Solidaridad. Por eso le propuso instalar en ese municipio una “Casa Consular” que auxiliará a los turistas foráneos “en los servicios que requieran” --como dijo el diplomático--; se infiere que el Ayuntamiento no lo hace. Pidió “reforzar las acciones” en materia de seguridad pública.
El 31 de agosto, Novedades de Quintana Roo publicó lo que realmente acontece en Playa del Carmen: un líder empresarial admitió que “no duda que la delincuencia organizada se entronizó aquí”. Refleja lo que negociantes y trabajadores de la zona turística refieren acerca de los cobros que los narcos hacen al sector, “pero todos piden el anonimato por temor a represalias”. Añade el diario: “Pero el fenómeno existe. Más de uno sabe de algún caso de pago de cuotas o simplemente de llamadas de extorsión fallidas. En el Ministerio Público de la Riviera Maya se tienen registrados muchos casos. El encargado de la oficina, Leonardo Carrasco Rodríguez, considera que las extorsiones se han agudizado desde el segundo semestre del año anterior y los primeros meses de este año. Declaró el funcionario que en promedio son entre 10 y 13 denuncias por extorsión que se presentan cada semana, de las que se han levantado actas circunstanciadas”.
Carrasco Rodríguez desnudó más al alcalde mentiroso: “En un año estamos hablando que se han presentado entre 520 y 676 denuncias por extorsión a medianos y grandes empresarios (…) y no se tiene el dato de cuántas se hicieron a los bares o algún otro giro empresarial (…) por eso, al menos 7 u 8 empresarios han cerrado sus negocios y se han ido no sólo del estado sino del país”.
El primer y único reporte que dio a conocer en febrero pasado el Comité Empresarial Turístico respecto a la campaña “Denunciar es por Nosotros”, que arrancó a fines del año pasado, establece que se formularon 168 denuncias anónimas al 089 de octubre de 2009 a la segunda quincena de febrero de 2010. De esas llamadas, 100 fueron denuncias de víctimas de extorsiones. Hace tres meses, la Canirac (restauranteros) reveló que 70 de sus agremiados estaban siendo extorsionados. ¡Nada hizo el ayuntamiento de Solidaridad!.
El secretario del ayuntamiento, Rafael Castro Castro, está peor que su jefe el ex ejidatario: declaró que “se tiene conocimiento de extorsiones que se transmiten de boca en boca, el tema sale a la luz en pláticas de café que no tienen ninguna validez”. Y que desconoce si de todas ellas se han presentado las denuncias ante el Ministerio Público.
Basta hacer un recorrido por la famosa Quinta Avenida de Playa del Carmen para enterarse del clima de terror que hay entre propietarios de restaurantes, bares, discotecas y comercios en general, incluso tiendas de abarrotes. Nadie habla de la existencia y fechorías de “Los Zetas”… pero todos saben que son reales y que a todos les cobran su “cuota” semanal o quincenalmente. ¿Cuánto? Según el sapo es la pedrada. Algunos pagan hasta 50 mil pesos.
(Oficialmente existen 411 establecimientos que venden alcohol: bares, discotecas y cantinas).
Aunque no públicamente, empresarios playenses dicen que, para cometer sus extorsiones, los delincuentes se apoyan en corruptos notarios públicos. Así hacen legal la entrega de automóviles y bienes producto de sus fechorías. Tales notarios “tienen listos los documentos de cesión de vehículos y propiedades, para que cuando un comerciante es víctima de secuestro express firme los papeles y después no pueda reclamar sus bienes”.
Esos empresarios aseguran también que tienen temor “porque no sabemos si el enemigo está en casa”, en alusión a la extrema corrupción en la policía de Román Quian. Añaden que todo mundo sabe --excepto el alcalde-- que es alarmante el incremento de ese tipo de delitos “en este año”, y que muchos han preferido cerrar sus negocios ante el riesgo de que los extorsionadores cumplan su palabra de secuestrarlos o atentar contra sus familias.
Mientras, el alcalde hace como el “Tío Lolo”. El pasado 1 de septiembre, luego del acto de narco-terrorismo contra un bar en Cancún --hubo 8 muertos-- y saberse que fue porque el dueño se negó a ser extorsionado por “Los Zetas”, el edil dijo que ni idea tenía de cuántos casos (de extorsión) se han presentado en Playa del Carmen. Pero, eso sí, empezó con su cantaleta de pedirle a los empresarios que “denuncien”. Exhorto que luego extendió a la sociedad en general.
Dos días antes, el procurador de “Injusticia” del estado, Francisco Alor Quezada, admitió que se han incrementado las llamadas por extorsión en todo el estado. Pero de que de 100, sólo el 3% se refleja en denuncias formales ante el Ministerio Público. (Durante el primer semestre de este año se registraron 992 llamadas, contra 714 en el mismo periodo de 2009, lo que representa un aumento del 33.9%).
Y los secuestros en Solidaridad son una realidad. El 24 de mayo la prensa estatal informó que se perpetraron tres en menos de ocho días. Uno de los plagiados: Sergio Martínez Viveros, de 18 años de edad, integrante de la influyente familia que administra el Colegio Mayaland. Sus captores exigieron el pago de 300 mil pesos.

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NIÑO ASESINADO Y PANDILLAS… A fines de agosto pasado, un menor de 9 años de edad fue brutalmente golpeado por pandilleros en Playa del Carmen, en plena calle. Primero fue internado en una clínica de esa localidad pero debido a su gravedad fue llevado el viernes 27 a Cancún donde falleció al día siguiente en el Hospital General “Jesús Kumate”, a consecuencia de una hemorragia interna por la paliza recibida. Ya estaba enfermo de los riñones. El director del nosocomio, Narciso Pérez Bravo, reveló que allí se ha atendido a muchos otros niños igualmente atacados en Solidaridad, a golpes, puñaladas y hasta balazos. “Es lamentable y muy frecuente la violencia de las pandillas”, dijo. Contradiciendo a su patrón Román Quian Alcocer, su director de Seguridad Pública, Rodolfo del Ángel Campos, reveló el lunes 6 de septiembre que el problema es muy serio: cada mes son detenidos 200 menores de edad por pandillerismo y lesiones en la vía pública. “Ellos pertenecen a 12 bandas que se tienen identificadas”, dijo. Y dio nombres de algunas: “Mexicanos locos”, “Los Cholos”, “La Banda de la 28” y “Los Pelones”. A su vez, la diputada local Luz María Beristáin Navarrete dijo desde el 31 de agosto que es grave el incremento de pandillas en Playa del Carmen y en Cancún, y pidió a los alcaldes que “no sigan ocultando la proliferación de estos vándalos, que cada vez son más violentos” y están ligados al narcotráfico.
¿Y qué dijo Quian Alcocer el 30 de agosto?... “No tenemos datos que indiquen que haya sido un hecho en las calles con motivo de alguna riña. No sabemos si fueron pandilleros. Hay muchas hipótesis al respecto (…) Por eso, la familia del menor debe presentar la denuncia, para que la autoridad pueda hacer las investigaciones y saber qué es lo que sucedió”.
O sea, sigue con su jalada de la “Cultura de la Denuncia” que deben tener los ciudadanos. Mientras no la tengan, ¡que sigan los crímenes!.
Insensibilidad absoluta, irresponsabilidad criminal del alcalde. Y de sus corruptelas y afición a las fiestas con “mujeres preciosas”, ya hablaremos después…
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*Carlos Cantón Zetina es un periodista tabasqueño con una vasta trayectoria profesional de 45 años. Fue reportero y Jefe de Información del diario Excélsior y director general de las revistas de circulación nacional Quehacer Político, Polémica y Huellas.

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COLDWELL EXHIBE LA COBARDÍA DE FÉLIX GONZÁLEZ CANTO Y SU DELFÍN ROBERTO BORGE ANGULO

CANCÚN, Q.R. Jueves 9 Septiembre 2010.-
CONSTE!
LAS AGALLAS DE PEDRO JOAQUÍN

+ Reprueba el “combate” de Calderón al crimen organizado
+ Y aquí, González Canto y Borge Angulo ¡elogian al Presidente!…
+ Por fin, Félix admite narcoviolencia en QR; “daña la imagen”

Por CARLOS CANTÓN ZETINA*
carlos_cantonz@hotmail.com

Deliberadamente o no, ayer miércoles 8 el senador priísta Pedro Joaquín Coldwell les dio una cátedra de valentía y pundonor a sus correligionarios Félix González Canto y su impuesto sucesor Roberto Borge Angulo. El colmilludo ex gobernador de Quintana Roo lanzó una de sus más severas críticas a la administración de Felipe Calderón por su falta de acción frente al crimen organizado, en contrario al cúmulo de elogios que le otorgaron al Presidente, por su IV Informe --hace unos días--, el actual mandatario estatal y su delfín.
La reprobación de Coldwell al calderonismo sería válida también para la tibia o nula respuesta del gobierno de González Canto al creciente índice delictivo en el estado, que incluso los empresarios consideran “alarmante”.
Ayer mismo, y debido a la presión de los mismos barones del dinero en Quintana Roo, al virrey no le quedó más que admitir lo que intencionadamente había negado: que la narcoviolencia es un problema serio y ya afecta al turismo en el estado. Pronosticó una caída libre en ese sector de aquí hasta noviembre, como consecuencia de “la mala imagen que se ha provocado a nivel internacional” por los hechos ocurridos en las últimas semanas, como el ataque con bombas molotov a un bar en Cancún, con un saldo de 8 muertos y 2 heridos graves.
Sin embargo, es lamentable que el gobernador insista en la tesis --que se maneja en la campaña de promoción-- de que, “afortunadamente en el bar no había ningún turista extranjero”. ¡Como si las vidas de las ocho personas residentes aquí no valieran nada!.
Y es menester recordar que la ola delictiva a cargo de los carteles de la droga se ha acentuado en el actual sexenio. Se reflejó sobre todo cuando la PGR aprehendió --el año pasado-- al Secretario de Seguridad Pública del estado, Salvador Rocha Vargas, acusado de vender protección a organizaciones criminales como el Cártel del Golfo y “Los Zetas”. ¡Imposible creer que Félix no estaba enterado de los malos pasos de su muy amigo y cercano colaborador.
Ahora, interrogado por reporteros, declaró: “Sí, hay una afectación, por supuesto que hay una afectación, no es posible medirla en términos de cancelaciones pero sí de imagen de nuestro país, que se ve afectada con estos hechos violentos (…) Los destinos de México están asociados con la marca México; Cancún se vende en el mundo como México, es la sombrilla que impulsa los destinos turísticos… cada hecho violento que ocurre, afecta a todos”.
Como se observa, González Canto incurre de nuevo en su torpeza de “taparle el ojo al macho”, pues trata de atribuir el severo perjuicio a la actividad turística a la violencia que se ha desatado en todo el país, y no sólo en Quintana Roo. Tramposamente generaliza: “la imagen de nuestro país”. Sólo él puede negar que el narco-bombazo en el antro cancunense, el 31 de agosto pasado, afecta en mucho mayor grado a los destinos turísticos del estado, preferidos por estadunidenses y europeos.
Con igual mañosidad reduce el daño a Cancún, cuando es evidente que los recientes delitos consumados por el crimen organizado --no sólo fue el ataque con bombas molotov al bar-- también perjudica la imagen de Playa del Carmen, Tulum, Cozumel, Isla Mujeres, etc.
Así, Félix da la impresión de ser un gobernador autista, pues nada dice ni hace para tratar de mejorar la imagen de éstos que son los más importantes destinos turísticos de México. Mucho menos mueve un dedo para combatir en serio a los ‘capos’ del narcotráfico. No se sabe si tiene miedo a romper con los “compromisos” que altas esferas de su gobierno habrían establecido con los carteles de la droga.
Una de las “brillantes” medidas que se le ocurrió al gobernador para decirle al mundo que se está trabajando en materia de seguridad, resultó todo un fracaso. Nos referimos a su pomposo anuncio de hace tres días de que “se investigará a fondo la cárcel de Cancún”, a donde llegó a curarse uno de los autores del narco-atentado al bar “Castillo del Mar”.
Pues ¿qué cree, lector(a)?... El gobernador anunció ayer miércoles lo que todo mundo sabía --incluso él--: que aquel penal “ha vuelto a caer bajo el control de los internos”. Intentó justificar el ridículo que hizo con eso de que se “investigaría a fondo”: dijo que la dinámica interna de la cárcel y el modus operandi de los delincuentes recluidos “hacen que sea muy difícil controlarlos”. Más aún: “Esto desafortunadamente así sucede; se limpia y los delincuentes otra vez con sus maneras de hacerlo, de amenazar, vuelven a tomar el control de algunos funcionarios; es lo que estamos investigando”.
Concretamente se le preguntó a González Canto:
--¿Podríamos decir que internamente han tomado el control otra vez?
--Internamente, sin duda. Es parte de su modo de operar. Es tratar de controlar no sólo cárceles sino áreas de vigilancia de la policía.
Y González Canto, en su eterno afán de no tener culpa de nada, volvió a generalizar: “Las cárceles de todo el país, y Cancún no es la excepción, tienen gente que desde ahí está operando, dirigiendo algunas cuestiones de delitos (sic)”. O sea: ¡resignémonos!.
En nuestra columna periodística de ayer miércoles 8, que titulamos TURISMO ESPANTADO, dimos cuenta de las declaraciones de dos de los privilegiados empresarios del estado, Rodrigo de la Peña y Carlos Constandse en el sentido de que ya existe un gran número de cancelaciones de viajeros extranjeros porque consideran a Quintana Roo como inseguro, sobre todo a raíz del brutal acto de narco-terrorismo contra un centro nocturno cancunense. Los mismos representantes de la IP le pidieron a González Canto que “reflexionara” sobre el tema de la espiral de violencia. Lo que en buen castellano significa: ¡actúe!.
Asimismo escribimos:
“Entretanto, la inseguridad pública sigue creciendo. Los narco-hallazgos son inéditos y no se detienen: ayer martes, efectivos del Ejército Mexicano destruyeron 1.130 plantas de mariguana en el poblado de Nueva Esperanza, municipio de Othón P. Blanco (donde se asienta la capital, Chetumal). Se trata de un plantío de 650 metros cuadrados…”.
Y en CONSTE! del pasado sábado 4, bajo el título de PRUEBAS DEL NARCO-ESTADO, comentamos que en la víspera había sido hallada una narco-bodega en Chetumal; un laboratorio de drogas donde se encontraron diez toneladas de químicos. Además, que el jefe de la 34 Zona Militar, general Anastasio García Rodríguez, reveló que dos municipios mayas --José María Morelos y Felipe Carrillo Puerto-- están invadidos de sembradíos de mariguana.
Hoy, reiteramos lo que dijimos antier:
“¡Que el fiestero virrey y su empleado Francisco Alor digan la verdad!, exige la sociedad. Que admitan que el lanzamiento de bombas molotov a un bar en el centro de Cancún, a cargo de un comando fuertemente armado (8 personas murieron, calcinadas), se debe a que el gobierno estatal ha dejado operar aquí, con amplia impunidad, a los mafiosos narcotraficantes, que les pagan requetebién el “favor”. El antro era un tiradero de droga, un centro de consumo, como lo son muchos no sólo en Cancún sino en todo el estado”.
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PEDRO JOAQUÍN CUESTIONA.- En la sesión del Senado de la República efectuada ayer miércoles, legisladores del PRI, PRD y PT --la oposición— analizaron el IV Informe de Felipe Calderón y censuraron su política para hacer frente a la inseguridad que se vive en el país. El experimentado Coldwell fue el más severo. Dijo que el gobierno federal está reprobado en siete rubros: en decomisos de armamento, número de detenidos, abatimiento del consumo, derechos humanos, desactivación de circuitos económicos y financieros al narco, renovación de los cuerpos de seguridad y restructuración del sistema penitenciario. Mientras más dinero se le dio al Gobierno, hay más muertos por la narcoviolencia. El senador recriminó que tan sólo en 2009 hubo 26.342 detenidos --del crimen organizado--, mientras que en 1992 fueron 27.577. “Es decir, en 15 años la diferencia es muy ligera (…) Además, el informe que mandó el Ejecutivo no muestra qué porcentaje fue llevado ante el juez”. Pedro Joaquín, sin duda reflejando el sentir de la inmensa mayoría de los mexicanos, fue más allá: “Este Gobierno no tiene políticas de Estado y los esfuerzos surgen de coyunturas y se orientan hacia la rentabilidad política electoral… pareciera que el Gobierno tiene las miras puestas más en la siguiente elección y lamentablemente no en el futuro de México”.
El senador y ex gobernador quintanarroense recriminó, junto con sus colegas, la muerte de civiles en la lucha contra el crimen organizado. (Félix González Canto y su procurador de “Justicia”, Alor, se congratularon de que los 8 muertos en el intencional incendio del bar en Cancún no hayan sido extranjeros. Sólo fue gente inocente de la sociedad civil del estado…).
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*Carlos Cantón Zetina es un periodista tabasqueño con una vasta trayectoria profesional de 45 años. Fue reportero y Jefe de Información del diario Excélsior y director general de las revistas de circulación nacional Quehacer Político, Polémica y Huellas.
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NARCOTERRORISMO EN QUINTANA ROO ESPANTA AL TURISMO

CANCÚN, Q.R., Miércoles 8 de Septiembre 2010.

CONSTE!
TURISMO ESPANTADO

+ Cancelaciones para viajar a Quintana Roo, por la violencia
+ Empresarios le ladran a Félix: que ya actúe en materia de seguridad
+ Contra la influenza utilizó a Paulina… ¿y contra el narco a quién?

Por CARLOS CANTÓN ZETINA*
carlos_cantonz@hotmail.com

Era inevitable: el recrudecimiento de la violencia provocada por los carteles de la droga, incluso hechos de narco-terrorismo como los bombazos en un bar de Cancún el 31 de agosto, cuyo saldo fue de 8 muertos y 2 heridos graves, comienza a tener sus consecuencias negativas para Quintana Roo.
Ya hay un gran número de cancelaciones de viajeros extranjeros porque consideran que es un estado “inseguro” (el narco-estado al que nos hemos referido en esta columna). Así lo aceptaron los empresarios y le piden al gobierno virreinal de Félix González Canto que “reflexione”. ¿Lo podrá salvar Paulina Rubio?. ¿Tendrá dinero para acallar a la prensa internacional?...
Ocurre que el gobernador cree, con amplia ingenuidad, que con tener silenciados a los medios locales de comunicación va a evitar que la ola violenta que afronta el estado llegue a otros países. Lo malo es que los empresarios, tan arrogantes como él, están en esa misma frecuencia: piden a la prensa de Quintana Roo que no divulgue esa clase de noticias. No les importa, ni a uno ni a otros, que siga la matanza de residentes del estado. Lo único que quieren es que los muertitos no sean extranjeros.
Y mientras que brota la indignación de los barones del dinero, el ensoberbecido virrey ha sido incapaz de adoptar medidas –eficaces e inmediatas— para contrarrestar el grave daño que los muchos crímenes ligados al narco le causan a los destinos turísticos quintanarroenses. Sí ha hecho algo: recurrir a su acostumbrada demagogia (atole con el dedo para el pueblo) y anunciar ¡una investigación a fondo de la cárcel de Cancún!. Es que uno de los incendiarios del bar “El Castillo del Mar” ingresó a la enfermería del penal para ser curado. O sea, el atolondrado virrey actúa como si no supiera que desde hace años existe una terrible corrupción en esa institución municipal.
En su nueva jalada, como lo fue en su tiempo nombrar “Embajadora Turística” a la Pau, se jactó: “Ya estamos llamando a comparecer, vamos a detener a los que estén tolerando esta situación (…) Estamos citando a los celadores, a los médicos de este penal, para que no se nos den casos como hemos conocido en otras partes del país, donde los delincuentes entran y salen como si fuera un hotel”.
González Canto cree que con esa medida los extranjeros, ipso facto, volverán a confiar en la “seguridad” de Quintana Roo. Inocente pobre amigo… diría la canción.
El 1 de junio del año pasado, tras el intenso ataque de influenza que afectó considerablemente a esta entidad, don Félix convirtió a la cantante Paulina Rubio en “Embajadora Turística” del estado en el extranjero, con un costo millonario que sin embargo nunca dio a conocer.
¿Y qué hizo “La Chica Dorada” para “reposicionar” a las zonas turísticas quintanarroenses y transmitir mensajes de que “hay seguridad en el estado”?. Absolutamente nada. ¿Dónde está ahora Paulina?. Pues envuelta en un nuevo escándalo internacional: afronta una denuncia por incumplimiento de contrato en Colombia; como está embarazada no se presentó a actuar.
La designación de “Embajadora Turística” fue una tomadura de pelo. El virrey la consumó con total frivolidad y siempre usando a gente de la farándula… o de Televisa y TV Azteca --sus empresas consentidísimas--, para ser más precisos. Pagando siempre un dineral. Así, exoneró a Ana Bárbara del homicidio culposo en agravio de la turista tabasqueña Florentina Vázquez, autofestejó su cumpleaños con la actuación de Juan Gabriel y montó una costosísima obra teatral para el exclusivo lucimiento “artístico” de su hija (que ya cantó a dúo con Julio Iglesias), por mencionar sólo unos casos recientes.
Entretanto, la inseguridad pública sigue creciendo. Los narcohallazgos son inéditos y no se detienen: ayer martes, efectivos del Ejército Mexicano destruyeron 1.130 plantas de mariguana en el poblado de Nueva Esperanza, municipio de Othón P. Blanco (donde se asienta la capital del estado, Chetumal). Se trata de un plantío de 650 metros cuadrados que… ¿desde cuándo existía? ¿Y cuántas otras superficies, inmensas, hay con la yerba sembrada en el estado?.
En este espacio periodístico hemos reiterado la “tolerancia” que ha tenido el gobierno de González Canto hacia ciertas bandas --muy poderosas y “generosas” con sus protectores-- del narcotráfico. En ese contexto se inscribe la detención, el 2 de septiembre del año pasado, de Salvador Rocha Vargas, nada menos que Secretario de Seguridad Pública. Y gran amigo del virrey. Entre otros delitos fue acusado de brindarle información y seguridad a los carteles del Golfo y de “Los Zetas”.
La cloaca sigue destapándose, con su nauseabundo olor a estupefacientes… y a corrupción. En CONSTE! del sábado 4 dimos cuenta de que el día anterior, viernes 3, fue hallada una narco-bodega en Chetumal --¡otra vez, la capital del estado--, donde había diez toneladas de químicos para elaborar droga. Y que el general Anastasio García Rodríguez, jefe de la 34 Zona Militar con sede en Chetumal, reveló que dos municipios mayas, José María Morelos y Felipe Carrillo Puerto, ocupan el primer lugar “en materia de siembra y cosecha de mariguana”. Implícitamente dijo que en todo Quintana Roo hay esos narco-cultivos. Fue una voz de alerta, que se confirma con lo descubierto en el poblado de Nueva Esperanza.
Así, llegó lo que nadie quería que llegara: la cadena de cancelaciones. Y es en el peor momento, en la “temporada baja”. Rodrigo de la Peña, uno de los privilegiados señoritos de la “honorable” Iniciativa Privada (IP), y presidente de la Asociación de Hoteles de Cancún, reconoció ayer martes 7 que hay “suspensiones de paquetes de turistas por el clima de inseguridad y violencia”. Y lanzó una advertencia: los medios de comunicación locales “deben tener mucho cuidado con la forma en que manejan el tema, para no crear miedo en el exterior”. Soltó: “Hubo hoteles que después de esta noticia de la semana pasada y antepasada (el cruel asesinato de una turista alemana y el narco-terrorismo en un bar de Cancún), pusieron algunos contratos en espera, por el tema de la inseguridad”. Y siguió con sus burradas: “Ahí tenemos una responsabilidad los medios de comunicación, a ver cómo transmitimos la noticia, porque todos los medios internacionales se alimentan de los locales”.
¡No sabe el señorito Rodrigo de la Peña que en el estado radican corresponsales extranjeros que no están comprados por don Félix y que con profesionalismo informan de los hechos violentos!. Sus reportes le dan la vuelta al mundo.
Pero el representante de la IP lanzó un mensajito a “la autoridad” (léase González Canto, sobre todo), la cual, dijo, debe asumir su responsabilidad en cuanto a la seguridad pública.
Carlos Constandse, otro de los señoritos que han sido harto beneficiados por el nefasto sexenio del virrey que por fortuna concluye en unos meses, y vicepresidente del Grupo Xcaret, se aventó más a fondo al pedir que las autoridades de todos los niveles “recapaciten” sobre el tema de la seguridad en Quintana Roo. Es que, advirtió, “las medidas de corto plazo para enfrentar este problema deben tomarse en el gobierno”. Agregó: “Depende en cien por ciento de las actividades donde la iniciativa privada no tenemos nada qué hacer… las autoridades tienen que reflexionar”. Y remató diciendo que en la Cruz Roja, de la cual es presidente, se tienen estadísticas sobre el crecimiento de la violencia en Cancún, “cifras que nos deben preocupar y ocupar”. Sostuvo que, para que no caigan en manos del narcotráfico, a los jóvenes quintanarroenses “se les debe ocupar en tareas productivas”.
O sea: los empresarios que jubilosamente aplaudieron a González Canto el 1 de junio de 2009, cuando éste le entregó el título de “Embajadora” a la Pau, y creyeron que con esa medida bastaba para que regresara de golpe el turismo ahuyentado por la influenza, ¡ya no le creen!.
“La Chica Dorada” ha sido incluso acusada de evasión fiscal por el gobierno federal. El 7 de diciembre de 2006, un juez decretó embargar bienes inmuebles y cuentas bancarias de la artista, quien debía más de medio millón de dólares a la Secretaría de Hacienda, por concepto de impuestos. Pero el delito se consumó desde 2003 y las sucesivas apelaciones de los abogados de Paulina consiguieron retrasar la ejecución de la sentencia. ¡Con todo y eso, Félix decretó que fuese la “Embajadora”! Aquel día de junio, el virrey declaró muy ufano: “Es un honor nombrarla embajadora turística; como tal, ella convocará a otros artistas mexicanos, principalmente, para proyectar todavía más la imagen de nuestros destinos turísticos (…) decirle al mundo que son seguros”. En la pomposa reunión se dijo que la participación de Pau en las campañas de promoción de Cancún y la Riviera Maya pretendía contrarrestar también “la mala información”, “el mal manejo” y la “nota amarillista” que hubo durante la emergencia sanitaria.
Los quintanarroenses siguen esperando que Pau les eche la mano… junto con los “otros artistas mexicanos”. Aunque está difícil, pues ella misma está ocupada en ser centro de “notas amarillistas”.
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DINERO SÓLO PARA PUBLICIDAD.- Este lunes 6, en la revista Expediente Quintana Roo, cuyo rigor profesional le gana más y más usuarios en la red, el periodista Hugo Martoccia --corresponsal del diario La Jornada--, exhibió una de las causas de que continúe en el estado la alarmante ola de violencia y de que, en consecuencia, se haya desatado la cadena de cancelaciones de turistas extranjeros. “En el año 2009 --escribió--, en medio de la crisis más grande que recuerde Quintana Roo, el gobierno estatal recortó 45 millones de pesos al presupuesto de educación y seguridad, pero incrementó 30 millones de pesos a los recursos destinados al despacho del gobernador y a la publicidad de su gobierno. De acuerdo a documentos oficiales de la Cuenta Pública (de ese año), el gobierno recortó el presupuesto de la secretaría de Seguridad Pública, el Instituto de Crédito Educativo del estado, y de las universidades Tecnológica, de Quintana Roo y del Caribe. Sin embargo, decidió destinarles más recursos a la oficina del Ejecutivo, al Vocero y al Sistema Quintanarroense de Comunicación Social (SQCS). En esas dependencias no hubo crisis, y más bien continuaron con la abundancia que las ha caracterizado durante esta administración”.
Esa revelación del prestigiado Martoccia corresponde a 2009 pero la situación no parece ser diferente este año. Al gobernador no le preocupa la seguridad pública; al menos, no la de los quintanarroenses.
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*Carlos Cantón Zetina es un periodista tabasqueño con una vasta trayectoria profesional de 45 años. Fue reportero y Jefe de Información del diario Excélsior y director general de las revistas de circulación nacional Quehacer Político, Polémica y Huellas.
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