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27 nov 2014

PEÑA NIETO EN CAÍDA, ROBERTO BORGE OBLIGADO A RECTIFICAR EN QUINTANA ROO

 EL GOBERNADOR DE QUINTANA ROO CON PEÑA NIETO

                                                        Cancún, Viernes 28 de Noviembre 2014

CONSTE!
PEÑA CAE, BORGE OBLIGADO A RECTIFICAR
 

+ La caída de Peña Nieto también es del  gobernador de Quintana Roo: no más virrey
+ No podrá designar  libremente  candidatos a diputados federales; surge Remberto E.
                                                  CARLOS CANTÓN ZETINA*
                                               carlos_cantonz@hotmail.com

 El severo deterioro de la imagen de Enrique Peña Nieto,  acentuada por los casos Ayotzinapa y “La Casa Blanca”,  en parte causantes de la  histórica  indignación de miles y miles de mexicanos sobre todo en las redes sociales, incidirá  en  la designación de  candidatos a diputados federales por  la    coalición  PRI-PVEM.

Algo bueno trae para Quintana Roo la estrepitosa caída presidencial:

El mundo fantástico y de caramelo en que ha vivido el gobernador Roberto Borge Angulo  se desmorona al mismo ritmo  que el  de EPN.

Ya no será El Gran Elector  como sí lo fueron sus antecesores inmediatos, Félix González Canto y Joaquín Hendricks Díaz, quienes no tuvieron como cabeza un presidente del PRI, sino del PAN.  Nadie impidió sus dedazos.

Los planes de Borge  sufrirán necesariamente modificaciones de fondo, ante la urgencia que tiene EPN  de contar con el apoyo de las fuerzas políticas del país y lograr un Congreso federal  incondicional a partir de 2015.  Para restar inconformidades  y  consumar  las reformas constitucionales que están pendientes. Incluso, para mantenerse en el poder.

Es verdad, el presidente meterá las manos en todos los estados gobernados  por el  tricolor, no sólo QR.   A  la  usanza del viejo régimen priista, se reactivará como nunca la facultad  --inconstitucional--   de  definir en Los Pinos  a los próximos diputados federales.  Los aspirantes deberán tener, más que nada, un perfil ganador.  Será primordial un arraigo real, no artificioso, en sus lugares de origen.  Mucho importará que sean  populares, o por lo menos conocidos en los distritos que disputarán.  El caso es que haya “carro completo” para el PRI…

(El partido en el poder tiene hoy 214  de las 500 curules, y otras 27 de su aliado natural  el PVEM.  Aparte de no pocos legisladores doblegados del PAN, del PRD  y del Panal.  Pero el presidente quiere ¿y necesita? más).

¡Pobre de aquel gobernador priista  que pierda una curul en los comicios de julio próximo!.  EPN  se juega su futuro, y tiene preparada una afilada  espada de Damocles para usarla contra sus preclaros  correligionarios.

Lo malo: los mandatarios estatales derrocharán más dinero para hacer ganar al PRI. Lo bueno: tendrán que ser más conciliadores y tolerantes con todas las corrientes políticas, y aceptar  (a regañadientes) que los futuros  candidatos no  deben ser a chaleco  sus consentidos o “delfines”.

En el caso particular de Quintana Roo, el gobernador debe desechar por fin su política de vil garrote contra los disidentes, sustituir el autoritarismo por el diálogo y la unidad.  Tendrá que hacerlo, aunque sea  únicamente por quedar bien con Peña Nieto.  Y entender que  el estado ya no es una ínsula política regida por virreyes.

El ilustre marido de “La Gaviota”  tiene clavada una  espina: aquí perdió la elección presidencial, aquí un vastísimo  sector de la población lo repudia.  Apenas este miércoles 26 tuvo que permanecer a escondidas, durante su visita a Quintana Roo.  A pesar de la exagerada vigilancia  hubo gente que se manifestó en su contra.  El alcalde priista de Solidaridad, Mauricio Góngora Escalante, se pasó de rastrero: ordenó  a sus policías  bloquear la salida a la autopista de cuota Playa del Carmen-Nuevo Xcán (inaugurada sin que esté concluida)  para que las protestas no perturbaran a EPN, aunque el  acto oficial  se realizó  a unos 50 kilómetros de Playa del Carmen.

La distancia entre el presidente y la gente nunca ha sido tan grande.

Si en los dos sexenios que mandó el PAN los mandatarios de QR  no tuvieron freno para imponer candidatos, incluso en sus propias sucesiones, Borge sí tendrá impedimento.  Todavía en el 2012, de la mano de su antecesor y padrino González Canto, colocó a tres rémoras priistas  en San Lázaro: Raymundo King de la Rosa, Román Quian Alcocer y Lizbeth Gamboa Song.   Facilitó además el ascenso  de una cuarta aliada: la “verde” Gabriela Medrano Galindo, por la vía plurinominal. Las otras dos posiciones, para completar seis en total, las obtuvieron también por el método de representación popular, Alicia Ricalde Magaña (PAN) y Graciela Saldaña Fraire (PRD).

Los tres del PRI y la bonita Medrano no ayudan a Quintana Roo pero sí lo dañan: aprobaron  la propuesta de Peña Nieto de  homologación del IVA de 11 a 16 por ciento en las zonas fronterizas, con lo que se vino una casada de aumentos que afectan a la población, por ejemplo en las tarifas de luz.  Fueron cómplices  igualmente de  la reforma energética y  del alza constante a gasolina y diésel.

Ninguno de los cuatro tiene méritos suficientes para estar apoltronados ahora en una curul del Congreso federal.  Obtuvieron el puesto  sólo porque pertenecen al estrecho círculo de amigos de Borge, no por tener un compromiso serio con su estado.

En bien de los quintanarroenses, no debe repetirse la historia.

Es del dominio público quiénes son, o eran, los “delfines” de Borge para llegar a la Cámara de Diputados federal en 2015, en los únicos tres distritos electorales del estado:

DISTRITO 01 (con cabecera en Playa del Carmen): el diputado local José Luis Toledo Medina.

REMBERTO ESTRADA. GANÓN...
DISTRITO 02 (con cabecera en Chetumal): la también legisladora Arlet Mólgora Glover. Aunque igual  aspiran Andrés Ruiz Morcillo, Cora Amalia Castilla y Maritza Medina Díaz.

DISTRITO 03 (con cabecera en Cancún): Berenice Polanco Córdova, diputada local.   Una posición para  la que también se menciona al edil  Mauricio Góngora  y a la legisladora   Marybel Villegas Canché.

Una característica común de todos ellos: son operadores políticos de Borge, y principalmente Toledo, Polanco y Villegas sus grandes amigos. Se esmeraron en participar en el  colosal fraude electoral del año pasado, cuando el PRI ganó las 10 presidencias municipales y 14 de las 15  diputaciones locales de mayoría.

Hoy, en vista de la  reculada (del verbo recular)  a la que está forzado el gobernador, sólo Toledo, apodado “Chanito-el hijo del pueblo”, tendría asegurada la nominación.  Pero aun no debe cantar victoria. Y  llegar a San Lázaro no será garantía de que sea el próximo gobernador, como pretende Borge.  La designación vendrá, también en ese caso, de la casa presidencial en el DF.

Está claro que Toledo Medina es el consentidazo del gobernador para su sucesión.  Como Mauricio Góngora lo es de Félix González Canto.

Ahora, el problema para Borge  es cómo deshacer su compromiso político y amistoso con Berenice Polanco y Arlet Mólgora.  A ellas y a “Chanito” les dio todo el apoyo gubernamental para que se promovieran, incluso mediante campañas adelantadas  --ilegales--, siempre disfrazadas y siempre toleradas por las cooptadas “autoridades electorales”  de Quintana Roo. Gastaron una insultante cantidad de dinero y recursos oficiales.

Está alborotado el gallinero en la granja borgista.  Hay inconformidades soterradas, jamás expresadas públicamente, de muchos priistas. Más, al saber que el  junior Remberto Estrada Barba, nacido en Jalisco y  legislador  local del PVEM, sería uno de los sustitutos para la diputación federal, en contra de la voluntad del gobernador.

Las posibilidades de “Remby” para ser candidato de la alianza PRI-PVEM en el distrito 03  se acentúan debido a su estrecha amistad y sociedad (francachelas y negocios) con el dueño del Partido Verde y senador por Quintana Roo, Jorge Emilio González Martínez.

Impresentables ambos,  serían los ganones. Ya hasta habría  crecido  la aberrante posibilidad de que el famoso “Niño Verde” sea el siguiente gobernador.

Lo dicho: las decisiones no se tomarán aquí sino en la capital de la República.

Así, se reafirma la presencia de Carlos Joaquín González, subsecretario de Turismo federal y hermano de Pedro Joaquín Coldwell, secretario de Energía, un eficaz colaborador  y  amigo del presidente de la República.  No importará que  los hermanos no estén en el ánimo  del gobernador.  Si Peña Nieto lo ordena, Carlos Joaquín será nuevamente diputado federal.

En ese rejuego podría haber otros victoriosos tampoco muy presentables: Paul Carrillo de Cáceres, alcalde de Cancún, y  su homólogo Mauricio Góngora.  Es más, hasta Fabián Vallado Fernández, delegado de Sedesol en el estado y tramposo electoral.
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*Carlos Cantón Zetina es un periodista tabasqueño con una vasta trayectoria profesional de 45 años. Fue reportero y Jefe de Información del diario Excélsior y director general de las revistas que fueron de circulación nacional Quehacer Político y  Polémica.

TWITTER:     @cantonzetina