CANCÚN, Q.R., Sábado 30 de Octubre 2010.
CONSTE!
LOS HIJOS DEL “JEFE”
+ “Rescate” de dos niños, con militares, marinos, AFIS, guaruras
+ David y Rodrigo Fernández de Cevallos: el abuso del poder federal
+ “Son un ejemplo de valor y gallardía”, dijo Calderón de los juniors
Por CARLOS CANTÓN ZETINA*
carlos_cantonz@hotmail.com
“Soldados, ¿para qué? ¡Son niños, por Dios!... Vine a Cozumel porque es un lugar seguro. Aquí quiero criar a mis hijos, y ahora me los han quitado con todo este despliegue de fuerza”. Con esas palabras, una adolorida --física y moralmente-- Jimena Mari-Fouche describió la noche terrorífica del jueves 28 de octubre en la tradicionalmente pacífica “Isla de las Golondrinas”.
Su ex esposo David Fernández de Cevallos Gutiérrez, de 29 años de edad e hijo del controvertido y poderoso panista Diego Fernández de Cevallos Ramos (“El Jefe”), tuvo el apoyo de militares, marinos, agentes encapuchados de la AFI y guaruras personales para “rescatar” a sus dos pequeños hijos: David, de 1 año de edad, y Diego Manuel, de 4.
¡Qué terrible e innecesario alarde de fuerza y de poder!.
El asunto ha conmocionado no sólo a la población de Cozumel sino a todo el país. Ha despertado una ola de indignación y de repudio. El aparatoso y excesivo operativo federal que se llevó a cabo debería aplicarse para la aprehensión de los poderosos narcotraficantes que se pasean impunemente en el país. Es lamentable que el gobierno calderonista utilice a la PGR, al Ejército y a la Marina para que particulares consumen venganzas personales.
La brutal exhibición de poder, además de que constituye un agravio a la sociedad, demerita la imagen de las fuerzas armadas de México. Y poco ayuda a la liberación del “Jefe Diego”, quien permanece secuestrado desde el pasado 14 de mayo y cuyos captores --“Los Misteriosos Desaparecedores”-- supuestamente lo soltarán a principios de noviembre.
David Fernández iba acompañado de su hermanastro Rodrigo cuando, con el respaldo de los uniformados fuertemente armados, irrumpieron en el domicilio de los padres de Jimena, el doctor Manuel Mari-Fouche y Carmen Gómez. Los tres fueron agredidos físicamente cuando intentaron impedir el “rescate”. Y las “fuerzas del orden” rompieron puertas y ventanas para acceder.
No parece haber duda de que el presidente de la República por lo menos estuvo enterado de que se iba a realizar el ataque en Cozumel. Ha manifestado su relación amistosa con la familia de “El Jefe”, a quien públicamente ha calificado de “gran amigo”.
Dos días después de que el ex senador y ex candidato presidencial fue plagiado, Felipe Calderón declaró el 16 de mayo en España, donde participó en la Quinta Cumbre México-Unión Europea:
“Los hijos de Diego Fernández de Cevallos están enfrentando una situación con una enorme entereza y con una gran valentía. Están orando por su padre, pero también siguiendo su ejemplo de valor y de entereza, de gallardía, y están firmes en la esperanza de recuperar a su padre”.
¿Lo ocurrido en la isla quintanarroense es “ejemplo de valor y de gallardía” por parte de los hijos del político panista?.
En el caso del plagio de “El Jefe”, las autoridades federales cesaron las investigaciones a petición de la familia; habría sido una exigencia de “Los Misteriosos Desaparecedores”.
El 21 de mayo, el hijo mayor, Diego Fernández de Cevallos Gutiérrez, emitió este comunicado:
“Agradecemos a las autoridades su diligente y comprometido actuar desde que se confirmó la desaparición del Lic. Diego Fernández de Cevallos, pero solicitamos encarecidamente que se mantengan al margen de este proceso, para así favorecer la negociación, anteponiendo la vida e integridad de nuestro padre”.
¿Y en el caso de los hijos de Jimena Mari-Fouche --de 28 años de edad-- tampoco iniciará una investigación el gobierno calderonista?. ¿Se mantendrá “al margen”?. Se reclama una explicación convincente de por qué intervinieron la Marina y la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena). Por lo menos eso…
Un video sobre el violento “rescate” ha sido subido a You Tube y circula profusamente en internet. Se observa sólo una parte de la incursión de los júniors Fernández a la casa ubicada en la avenida 50 (entre 11 y 13) de la colonia Independencia. Usted puede verlo en este link:
http://www.youtube.com/watch?v=ZbyF_Uf05zY&feature=player_profilepage#!
Lesionada y muerta en llanto, Jimena se presentó a la Procuraduría General de Justicia de Quintana Roo (PGJE) para formular la denuncia número 1656/10/2010 en la que acusa a David Fernández de los delitos:
--Secuestro de menores
--Ataque armado
--Allanamiento de morada, y
--Lesiones con violencia
Quizá legalmente no se trate, el de los dos niños, de un secuestro. La directora de Averiguaciones Previas de la PGJE, Margarita del Rosario Vázquez Barrios, declaró que la custodia de los menores le fue otorgada a su padre David por el juez Carlos Quintal, del estado de Querétaro.
Esto fue confirmado ayer viernes 29 por el presidente del Tribunal Superior de Justicia de esa entidad, Jorge Herrera Solorio. Dijo que el hijo de “El Jefe Diego” tenía una orden judicial “legítima para recuperar a sus hijos”, que fue girada por un juzgado queretano. Por lo tanto, añadió, “la demanda sobre privación de libertad no procederá debido a que no cuenta con el sustento necesario”.
Pero ¿qué con el lujo de fuerza federal, la agresión física a Jimena y a sus padres?. ¿Qué con el arbitrario allanamiento del domicilio particular?...
Por lo demás, hay que recordar el ambiente de desintegración familiar en que han crecido los hijos de “El Jefe Diego”. En 1977, cuando tenía 36 años de edad, contrajo matrimonio con Claudia Gutiérrez Navarrete, de sólo 17 años de edad. Procrearon tres hijos: Diego, David y Claudia. Tras 15 años de casados, Gutiérrez Navarrete se enteró que su marido tenía otro hijo con una mujer diferente: Rodrigo. Y lo llevó en 1992 a vivir con ellos, y el chavo ya tenía 16 años de edad.
En diciembre de 2003, tras 25 años de casada con “El Jefe”, Claudia recibió una noticia peor: él ya se había enamorado y tenía relaciones con la ex reina de belleza jalisciense Liliana León Maldonado. Al año siguiente el matrimonio se disolvió, el ex presidenciable panista abandonó a la esposa y empezó una nueva vida con su novia de 27 años de edad. El tenía ya 63 años. Hasta la fecha, Liliana es su pareja sentimental.
Además, Fernández de Cevallos Ramos no ha sido el mejor ejemplo para sus hijos: ha sido reiteradamente acusado de ejercer un tráfico de influencias, pues a través de sus despachos jurídicos ha aprovechado sus cargos de elección popular para obtener fallos favorables para sus clientes, incluso en contra de dependencias del gobierno federal como la SRA.
“El Jefe” ha defendido --exitosamente-- a siniestros personajes como Rogelio Montemayor, involucrado en el Pemexgate; los ex banqueros Carlos Cabal Peniche y Jorge Lankenau, así como a empresarios acusados de millonarios fraudes como Angel Isidoro Rodríguez, “El Divino”; Gerardo de Prevoisin, Juan Diego Gutiérrez Cortina y otros.
Otra “mancha” tiene el tigre don Diego: analistas políticos sostienen que cuando compitió por la Presidencia de la República, en 1994, iba arriba en las encuestas sobre todo después del debate televisivo con sus contrincantes Ernesto Zedillo y Cuauhtémoc Cárdenas, pero habría recibido dinero del gobierno para desactivar su campaña --como ocurrió-- y dejar que ganara el PRI.
Entonces… los golpeadores de Cozumel ¿hijos de tigre, pintitos?.
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TERRORISMO EN CANCÚN.- Agradecimiento a nuestra lectora María de Jesús Medina Figueroa, por felicitar a este periodista “valiente y honesto en su labor”. Ella, a propósito de lo que publicamos en la anterior columna sobre el alza de 30% al predial que está por consumar el alcalde Jaime Hernández Zaragoza --además de incrementar otros servicios y derechos-- comenta indignada que el ayuntamiento realiza una política de terrorismo contra morosos. Los habitantes del fraccionamiento Las Quintas son amenazados: “O pagan el impuesto predial o nos metemos a la fuerza a sus casas para desalojarlos o embargarles”. Y pregunta: “¿Hasta cuándo despertaremos los cancunenses?”.
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*Carlos Cantón Zetina es un periodista con una vasta trayectoria profesional de 45 años. Fue reportero y Jefe de Información del diario Excélsior y director general de las revistas de circulación nacional Quehacer Político, Polémica y Huellas.
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