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31 ago 2010
EL BOMBAZO EN CANCÚN: LA COMPLICIDAD DE FÉLIX GONZÁLEZ CANTO
CANCÚN, Q.R. Miércoles 1 Septiembre 2010.
CONSTE!
EL NARCO QUE TRAJO FÉLIX
+ El bombazo en un bar de Cancún, por la complicidad con los capos
+ Rocha Vargas, el amigo del gobernador, protegió a ‘Los Zetas’
+ Y ahora, González Canto quiere tumbar a Julián Ricalde Magaña
Por CARLOS CANTÓN ZETINA*
carlos_cantonz@hotmail.com
El pachanguero virrey Félix González Canto ya no lo puede negar: Quintana Roo es un narco-estado. Todo el mundo lo sabe, pese a que el cozumeleño ha tratado de minimizar ese hecho e incluso ocultarlo. En su malhadada gestión se ha consolidado en el estado la presencia --con su baño de sangre-- de carteles de la droga como el del Golfo, el de los hermanos Beltrán Leyva y el de ‘Los Zetas’. Un narcoimperio que, en rigor, empezó a sentar sus bases durante el sexenio del también priísta Mario Villanueva Madrid, a quien el actual “mandatario” ha protegido e incluso impuso a su hijo Carlos Mario Villanueva Tenorio como alcalde de Chetumal, la capital.
Las sospechas de que González Canto ha dejado que operen las bandas de las drogas en Quintana Roo, lo que le habría redituado una “ganancia” en millones de dólares, se fortalecieron cuando el 2 de septiembre del año pasado fue aprehendido por agentes de la SIEDO su amigo y colaborador consentido, Salvador Rocha Vargas, acusado de proteger –y cobrarles-- a los carteles de ‘Los Zetas’ y los hermanos Beltrán Leyva. Todavía permanece en prisión.
Es imposible creer que el virrey desconocía que su entonces Secretario de Seguridad Pública era un empleado --costoso-- de los capos de la droga. Es imposible pensar que no sabía que la corporación policiaca encargada de la “seguridad” en Quintana Roo estaba infiltrada hasta el tuétano --empezando con su jefe-- por el narcotráfico.
Hoy, Cancún y todo el estado sufren de nuevo las consecuencias de esa complacencia gubernamental ante los grupos criminales:
La noticia del terrible narco-atentado en el bar “Castillo del Mar”, en Cancún, donde murieron 8 personas, ya le dio la vuelta al mundo, en lo que algunos medios informativos de Europa, Sudamérica y Estados Unidos han titulado “el narco contra el turismo”. No parece haber duda: los autores de lanzar bombas molotov al antro son miembros de ‘Los Zetas’, los mismos a quienes apadrinó el corrupto Rocha Vargas.
¡Qué enorme daño a la imagen de los destinos turísticos quintanarroenses, los más importantes del país y del Caribe!.
La prensa extranjera se ha encargado de recordar que las atrocidades de los sicarios se han repetido con harta frecuencia en el estado, sobre todo a raíz de que González Canto asumió el poder hace casi cinco años. El influyente diario El País, de España, informó ayer martes: “La zona norte del estado de Quintana Roo, donde se encuentra Cancún, la ciudad más turística del Caribe mexicano, se la disputan desde hace meses varias bandas rivales entre las que destacan los miembros de Los Zetas y del cártel del Golfo. La semana pasada, sicarios de Los Zetas acribillaron a 72 indocumentados tras negarse a pagar una extorsión, según contó uno de los sobrevivientes (…) El hecho violento más reciente registrado en Quintana Roo fue el hallazgo el pasado 18 de junio de 12 cadáveres en cuatro cenotes (lagunas subterráneas) localizados cerca de Cancún y utilizados por los grupos delictivos como cementerios clandestinos. A principios de mayo, en otro cenote próximo a Cancún, fueron hallados los cadáveres de tres personas con señales de tortura (…) Siete grandes grupos de narcos se disputan el mercado del tráfico desde México hacia Estados Unidos en una guerra de carteles que desde la llegada del presidente Felipe Calderón en 2006 ha dejado más de 28.000 muertos en enfrentamientos, atentados, asesinatos y secuestros”.
Pero hoy, como siempre, González Canto se zafa con inconcebible desfachatez de toda responsabilidad. Dice que el atentado al “Castillo del Mar”, originado porque sus dueños se negaron a pagar una “cuota” mensual, se trata del “reacomodo” de mandos entre los cárteles a partir de la detención de Edgar Valdez Villarreal, “La Barbie” –líder del grupo de los Beltrán Leyva--, ocurrida 48 horas antes en el estado de México. Y “recuerda” que la lucha contra el crimen organizado no le corresponde para nada a él, sino al gobierno federal (léase Felipe Calderón). Es que el virrey está bastante ocupado en asistir a fiestones, como hace unos días la de su cumpleaños, donde le cantó Juan Gabriel. Y también le quita mucho tiempo lanzar al estrellato a su hija Victoria González Martín, gastando un dineral de las arcas gubernamentales.
Don Félix se mordió la lengua al afirmar que los “cuerpos de Seguridad del estado se mantienen en alerta máxima”, y que lo sucedido es un “hecho atípico” aunque es “parte de la escalada de violencia que se está dando en el país”. Pero ¿cómo confiar en las instituciones de “Seguridad del estado” que el propio virrey a través de Rocha Vargas convirtió en narco-policías?. ¿Y cómo resignarnos a que sigan ocurriendo estas atrocidades sólo porque ocurren en todo el país, como afirma con todo descaro el gobernador?.
“Todos los hechos de sangre en México son por esta lucha de los carteles de la droga”, dice también el virrey, pero hace a un lado el enorme grado de corrupción que él mismo ha provocado en la policía estatal.
Su nefasto procurador de “Justicia”, Francisco Alor Quezada vuelve a exhibir su ineptitud y torpeza al querer minimizar el ataque de los narcos: dijo con suma rapidez que “no hay ningún extranjero muerto (…) el bar no se encuentra en la Zona Hotelera, no es un lugar al que asistan los turistas”. Entonces, ¡las vidas de ciudadanos cancunenses le importan un cacahuate!. Lo único que le preocupó fue transmitirles a las agencias periodísticas del mundo el mensaje del virrey de que ¡aquí no pasa nada!, y que los extranjeros pueden seguir viniendo… al fin que los narcos sólo matan a los habitantes de Cancún.
Alor, quien hace unos días exoneró a la cantante Ana Bárbara del homicidio culposo en contra de la turista tabasqueña Florentina Vázquez Mier y Concha, cometió otra pifia al admitir, este mismo martes 31 de agosto en que se dio a conocer el narcoatentado, que los propietarios del bar “con frecuencia recibían amenazas y propuestas para recibir protección”. Apenas el 4 de agosto pasado, un sujeto fue detenido en las inmediaciones del antro porque pretendía sobornar con 40 mil pesos al dueño a cambio de protección. ¿Y sabe usted, lector(a) qué hizo el funcionario estrella de González Canto?: dejarlo en libertad porque la denuncia no fue ratificada.
Si realmente fuera cierto lo que tanto pregona el virrey de que “en Quintana Roo hay un frontal combate al narco”, ¿por qué no se investigó a fondo aquella queja de extorsión, y otras muchas que han formulado propietarios de establecimientos no sólo antros?.
La conclusión es obvia: al gobierno le ha convenido que operen aquí las organizaciones criminales más sanguinarias del país. No importa cuántas muertes inocentes provoquen. No importa que se le aseste un daño irreparable a la imagen de nuestros destinos turísticos.
González Canto seguirá mintiendo, seguirá “enfiestado”, seguirá despojando a ejidatarios de valiosísimas tierras ---como en Holbox--, seguirá enriqueciéndose.
Y su sucesor impuesto, Roberto Borge Angulo, ¿nada tiene qué decir ni qué hacer ante la serie de crímenes del narco… y del virrey?...
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FÉLIX QUIERE TUMBAR A JULIÁN.- En este espacio periodístico hemos dado a conocer las truculentas maniobras del gobernador de Quintana Roo por apoderarse del ayuntamiento de Cancún. Tras vencerse la licencia que pidió como alcalde Gregorio Sánchez Martínez, intentó infructuosamente imponer a su socio Victor Viveros. Luego pretendió que el Congreso local --jefaturado por El Primer Primo del Estado, Luis González Flores-- desconociera los poderes en el municipio. Más tarde impuso a amigos y parientes, incluso a su primo Jaime Zetina --El Primer Ejidatario del Estado-- , en puestos clave de la comuna. Y tras la elección del 4 de julio, ordenó al abyecto Tribunal Electoral estatal (Teqroo) que despojara de la diputación al opositor Alejandro Luna López. ¡Es que el virrey quiere controlar la próxima Legislatura, para que no salgan a flote sus corruptelas!. Pero se llevó un frentazo: el Tribunal Federal Electoral dictaminó que le devolvieran la curul al yerno de Greg y que indebidamente se le había dado al priísta Carlos Cardín Pérez, un servidor de Mario Villanueva Madrid.
Y a pesar de que la instancia federal exhibió a los magistrados del Teqroo como unas tristes marionetas del gobernador, ahora se aprestan a anular los comicios de alcalde en Cancún y efectuar nueva elección, en la que González Canto derrochará más millones de pesos del pueblo para quitarle el triunfo al perredista Julián Ricalde Magaña y entregarle el ayuntamiento a la priísta Guadalupe Novelo, quien ya fue rechazada por la ciudadanía. Es que para el señor gobernador, Julián es un “peligro”: no se somete a sus órdenes como el actual interino Jaime Hernández Zaragoza y hasta tiene la “osadía” de anunciar que formará una asociación de municipios de oposición, que son la mitad y los más importantes.
¿Permitirá el pueblo esta nueva aberración del virrey, la de tirar a la basura la voluntad que aquél ya expresó en las urnas?....
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*Carlos Cantón Zetina es un periodista tabasqueño con una vasta trayectoria profesional de 45 años. Fue reportero y Jefe de Información del diario Excélsior y director general de las revistas de circulación nacional Quehacer Político, Polémica y Huellas.
http://carloscantonzetinadice.blogspot.com
http://laverdadseimpone.blogspot.com